La famosa, y mal llamada, vitamina D, digo eso porque realmente es una hormona. Es un conjunto de sustancias que tienen un impacto en nuestro cuerpo a nivel endocrino.
Recientemente se publicó el total de genes del ser humano, con un número entre 30 y 33 mil genes. Pues alrededor del 3% de esos miles de genes, son regulados por la vitamina D. Esto nos da una idea de su enorme importancia.
Con lo anterior, podéis imaginar que este artículo que os presento hoy es una pizca resumida, de la multitud de efectos que tiene sobre nosotros. Lo que voy a intentar es sintetizar y resumir algunas de sus maravillas acciones que tiene sobre nosotros. Eso sí, antes de ello, quiero dejar claro que la vitamina D la podemos incluir por la dieta en torno a 10%, siendo el restante 90% sintetizada por el Sol. Dicho esto, veamos algunas de sus capacidades.
- Indispensable en la absorción de calcio en nuestro sistema digestivo. Es fundamental y así podéis ver lo básico de tener unos buenos niveles de esta.
- Con lo anterior, ya sabemos pues que la necesitamos para poder tener una buena transmisión muscular (contractilidad). Y es que el calcio es una de las sustancias que facilita y habilita que nuestra musculatura pueda contraerse. Ojo, y el corazón también es un músculo, así que no tengo que decir qué vital es.
- Ayuda a la fijación del calcio a nuestros huesos. Así que podemos afirmar que la vitamina D es crucial para nuestra salud osteomuscular.
- Modula y potencia nuestro sistema inmunológico. Un claro ejemplo son la cantidad de estudios sobre el COVID-19 y los niveles de vitamina D. La correlación en que unos buenos niveles de esta vitamina y la mejor salud en pacientes con nuestro famoso virus, es absoluta.
- Protege y nos defiende del desarrollo de cánceres. Tal cual nos lo indica multitud de estudios también, como en el caso del sistema inmunológico. Con estos efectos …, oye, pues como para no pasar por alto la importancia que tiene tener unos buenos niveles de vitamina D a cualquier edad.
Si, es real que los niveles medios de vitamina D son en general bajos. Curiosamente en España hay peores niveles en lugares como Canarias o Córdoba. Eso se debe a que el excesivo calor en esas ciudades hace que sus habitantes eviten ciertas horas de exposición. Ocurre lo mismo con los malo niveles que hay en Oriente Medio, aunque aquí hay también motivos religiosos.
El hecho de que recibamos los rayos el Sol al menos 15 minutos diarios y que lo recibamos al menos en los brazos, pecho y cara. Una vez pase ese tiempo podremos incluir la protección solar. Y sí, es que si usamos cremas protectoras no tendremos el efecto que buscamos. No estoy diciendo que no sea bueno usarlas, pero con el sentido común. Un buen consejo es intentar en esos primeros minutos no usar crema protectora y después, utilizarla. Así tendremos lo que buscamos y no pondremos en riesgo el envejecimiento de la piel por exposición continuada.
Así que ya sabes, el Sol es salud y la salud ¡es vida!
